Nuestro recorrido

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¡Tres a cero! Ese es hoy el resultado.

Aunque dicen que el tiempo es relativo, o precisamente por eso, no podemos decir que haya pasado mucho tiempo desde que tuvimos tres hermosas salas de cine en Lekeitio.

¡Sí, tres! «Gora-Buru», «Beitia» y «Antzoki».

Tras los cambios que ha habido en los últimos años sólo nos quedaba un trabajo, el de la sala Ikusgarri. La empresa que gestionaba la sala de cine, Fides Norte, cerró sus puertas en agosto de 2013.

Ahora que hemos perdido la única sala que nos quedaba, al menos para las habituales entregas semanales, un grupo de cinéfilos nos hemos unido para analizar la situación y tratar de darle solución.

El cine como herramienta de entretenimiento y aprendizaje

Los que formamos parte de Zinezaleen Elkartea creemos que el cine es un pasatiempo agradable, un entretenimiento ideal para momentos de ocio. Como dijo alguien, el cine es una fábrica de sueños. Los espectadores aprovechamos para vivir esos sueños ajenos como nuestros, sentados cómodamente, a veces con miedo, a veces riendo, a veces llorando, pero siempre disfrutando, generalmente entre amigos.

Pero por si no fuera poco entretener, el cine tiene otra parte importante que no podemos olvidar: el cine es una fuente de conocimiento y cultura muy rica.

Puede servir para transmitir valores. La información que recibimos ante la pantalla de forma casi involuntaria nos da cuenta de nuestras sociedades sociales y lejanas. En la medida en que es cantera de historias y temas diferentes, nos sirve para conocer al propio ser humano.

El cine es un arte con lenguaje propio, es también una técnica, un documento de realidad, una fantasía,... resumiendo ¡ES UNA EXPERIENCIA EDUCATIVA!

Desde este punto de vista, para niños y jóvenes, el cine es una herramienta que ofrece grandes oportunidades. Para que los niños y niñas se conviertan en cinéfilos es deseable que crezcan con cine, para ver cine y en este tema los padres tenemos nuestro reto.

Si bien las tecnologías actuales ofrecen múltiples posibilidades y formas de ver cine, la forma más adecuada, la más adecuada, de ver una obra cinematográfica, se encuentra sumida en la tierna y agradable oscuridad de la sala de cine, sin interferencias de ningún tipo.

Mientras pensamos que el cine es una herramienta pedagógica interesante, creemos que quedarse sin salas de cine supone perder equipamiento cultural de primer orden para el pueblo.

Pero no nos gustaría que, aunque sea brevemente, si es interesante ver cine sin mencionar ningún otro aspecto, hacerlo no es menos.

Hemos mencionado el cinéfilo que siempre ha caracterizado a Lekeitio. Una de las razones principales de esta motivación por el cine es que hemos tenido la oportunidad de disfrutar del cine. Una posibilidad que hemos tenido a nuestro alcance hasta hace poco, cuando antaño, como decíamos, eran tres salas en el pueblo.
piratas

No puede ser casualidad que en casi cuarenta años el único festival de cine de Euskalerria que se celebra íntegramente en euskera tenga su sede en nuestra localidad

El cine sirve también para provocar la creatividad. Cabe destacar la afición que existe en Lekeitio por el audiovisual: algunos en el ámbito profesional, muchos otros como amateur, abundan los lekeitiarras que abordan este mundo audiovisual.

Crisis del cine

Hemos hablado de las enormes posibilidades de conversación y aprendizaje que esconde el cine. La tecnología ofrece muchas formas de ver cine: televisión, vídeo, internet, coronavirus

No se puede negar que nuestros jóvenes hoy en día ven cine más que en las salas de cine. La actitud ante la pantalla también ha cambiado entre los jóvenes: mientras ven una película en cualquier móvil o herramienta digital, pueden estar inmersos en otras tres cosas. Los nuevos hábitos de consumo prometen vivir la vida corriendo y a toda prisa.

Las nuevas tecnologías, por su parte, facilitan la piratería de las películas. Las entradas de cine son muy caras, sobre todo desde que el IVA ha subido hasta el 21%. Las salas de cine se están vaciando, han entrado en crisis, y muchas se han visto obligadas a cerrar sus puertas. Hoy en día la mayoría de las salas han sido trasladadas a centros comerciales, tratando de convertir el cine en una mercancía de consumo ligero, lo cierto es que la inversión que requiere la digitalización también es bastante grande.

Parece que las salas de cine de los pueblos son un mal negocio. Desde la Asociación de Cinéfilos creemos, aunque sea un tópico, que el lugar ideal para disfrutar del cine es la sala de cine, con su ritual y su particular atmósfera.

Igual que pensamos que un rincón coloquial o un restaurante es mejor lugar que uno de esos fast-food para disfrutar de la gastronomía.

Lekeitio es un Cittaslow y con esa filosofía coincide este curioso acontecimiento cultural que es el cine.

Zinemazaleen Elkartea

Cuando en agosto de 2013 se difundió en el pueblo que la única sala de cine que quedaba en Lekeitio tenía que cerrar, empezamos a preocupar a mucha gente. Parecía que las ayudas municipales y las facilidades dadas por la parroquia, propietaria de la sala, no eran suficientes para que Fides Norte siguiera explotando el Espectaculo. El principal motivo de la decisión de cierre era el coste que supone la renovación de los equipos de proyección. A partir de 2014 las películas de estreno vendrán en formato digital, por lo que es requisito imprescindible adaptar los equipos de proyección para poder verse en pantalla grande.
Espectacular con los socios

Los que estamos a favor de disfrutar del cine en un ambiente adecuado (en la sala de cine, claro), pronto nos pusimos nerviosos y surgieron grupos e individuos que, de forma espontánea, pensaban que había que hacer algo para solucionar la situación. Cada uno tenía sus ideas, propuestas e iniciativas.

Cuando nos enteramos, pronto se organizó una amplia convocatoria de forma natural y espontánea para buscar un arreglo.

En las primeras asambleas las iniciativas no estaban bien definidas, pero se empezó a abrir un camino con rapidez. ¿Había que dejar de lado la filosofía ancestral y las creencias en favor del cine que mostramos en las líneas de este escrito y ir a la realidad y a los números primero cómo conseguir llevar a cabo esta iniciativa? ¿Cómo conseguir que quien no se atrevió a hacer la empresa Fides Norte, lleve adelante a personas inexpertas?

Tenemos la gran ventaja de que nuestra iniciativa no busca beneficios (tampoco podemos aceptar pérdidas ni deudas).

Por otro lado, tenemos modelos de iniciativas que se han utilizado para hacer frente a situaciones similares. Sobre todo lanzamos el ojo a uno: la iniciativa llamada Cineciutat de Palma de Mallorca. Esta iniciativa gira en torno a una idea central: mediante el pago de una cuota, los clientes se convierten en socios y la asociación gestiona de forma común la organización y gestión de la sala de cine.

La iniciativa combina un viejo auzolan con un crowfunding tan escuchado en la actualidad.

Nuestro primer paso fue conocer el número de socios que estarían dispuestos a participar en esta idea.

Según cálculos basados en la información facilitada por el anterior gerente de la sala y miembro de Cineciutat, sabíamos que para llevar a cabo el objetivo necesitábamos unos mínimos. La convocatoria se realizó a través de las redes sociales, el boca a boca y otros canales.

La cuestión no ha sido saber cuánta gente está dispuesta a darle protección moral, sino cuánta gente participaría en este proyecto pagando una cuota, es decir, convirtiéndose en socio.

La respuesta ha sido tremenda. Hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, vecinos y vecinas, ciudadanos y vecinas de Lekeitio, nuestros cálculos han sido superados en exceso. Aunque más arriba hemos mencionado los nuevos hábitos de consumo de los jóvenes en un sentido peyorativo, tenemos que decir que hay un montón de gente joven en esta iniciativa a favor de la reapertura de la sala de cine. Nos parece que el alto precio de las entradas y la dejadez que a menudo se detecta a la hora de programar películas alejan a los jóvenes espectadores de las salas de cine, entre otras cosas.

Para llevar a cabo esta iniciativa, este año 2014 es necesario realizar una importante inversión: la adquisición de los equipos de proyección de cine digital. Esta inversión debería hacerla una vez. En adelante, salvo que ocurra algo especial, los gastos a realizar serán los de alquilador de películas, los impuestos que nos corresponden como asociación y los gastos generales (incluido el mantenimiento).

Los trabajos que supongan la apertura de la sala se realizarán en común (estar en taquilla, hacer de conserje, limpieza, etc.), excepto el uso de equipos de proyección, que siempre debe quedar en manos de alguien formado. En cualquier caso, en el futuro, nos gustaría que se reprodujeran los puestos de trabajo que se han perdido con el cierre de la sala de cine, al menos los más básicos.

Aunque el objetivo es que los clientes se conviertan en socios, no será una condición voluntaria para poder ver cine; como hasta ahora, quien quiera entrar pagando la entrada también tendrá la oportunidad (siendo cliente le saldrá más barato, claro).

En resumen

El objetivo de Zinemazaleen Elkartea no es ganar dinero. El objetivo principal es recuperar la sala Ikusgarri porque creemos que el cine es un acontecimiento cultural.

Para nosotros una sala de cine no es un edificio normal. Creemos que es un punto de encuentro de diálogo, diversión y aprendizaje. Porque empezamos allí y nos hemos educado, se diría que una sala de cine tiene alma.

Cuando la sala de vistas está cerrada, tampoco está muerta. Nuestras risas y llantos, nuestras bromas y diversiones entre nuestros amigos, nuestras caricias ocultas de silencio, nuestros sobresaltos, sobresaltos y sorpresas, nuestros deseos y sueños al fin y al cabo, bailan en el aire.